Una historia impulsada por voyeurismo, donde una mujer desarrolla una viciosa obsesión con las prácticas sexuales de sus vecinos. Al principio, sin que ellos lo sepan, se integra a ellos desde el otro lado de la pared, hasta que el mero deseo no basta. Burgos encarna a “Solimar”, una puertorriqueña radicada en Nueva York que habita un estudio tan pequeño que casi parece una celda, por lo que anda en busca de un escape.